"Urbanística. La forma de la expansión de la ciudad. La forma de la ciudad.
La decisión más importante respecto a la mayor o menor validez de la construcción residencial de una gran ciudad se expresa en la determinación de la forma de la ciudad, o bien, dado que en la actualidad se trata sobre todo de la ampliación de las ciudades existentes, en la definición de los sistemas de expansión. A pesar de que es conocida de todos la miseria provocada por la concentración de masas humanas en la gran ciudad del pasado, cerrada y desarrollada concéntricamente, raramente se sacan las consecuencias necesarias de ello. Toma siempre la delantera la mentalidad económica del viejo estilo, que se refería a las cifras desnudas, sin tener en cuenta los elementos mucho más importantes, aunque más difíciles de definir, relacionados a la explotación del terreno y al amontonamiento de personas sobre la base de "consideraciones de tipo económico", que comportaban un empeoramiento de la salud pública. Nosotros reconocemos como economicidad solamente la que se fundamente sobre el principio del mantenimiento de la salud de los hombres: la economicidad social. Esta exige con urgencia el restablecimiento de condiciones de vida naturales para los hombres, que viven en las metrópolis, mediante una construcción racional extensiva de la ciudad y mediante la creación de amplias áreas verdes en las zonas centrales. La revolución de los sistemas de transporte permite alejar los límites del municipio, realizando de hecho una extensión relativa. Ya no es necesario desarrollar los barrios de un modo concéntrico entorno al centro urbano. Hoy día, tras haber ampliado los centros urbanos cerrados en sus confines naturales, podemos construir en el campo libre circundante conjuntos residenciales autónomos. Sin embargo, los actuales límites administrativos municipales impiden la realización de esta idea en la medida en que sería deseable. En el curso de las próximas décadas debemos limitarnos a promover un desarrollo sistemático, orgánico, de los suburbios. Estos estarán dotados de todas aquellas instalaciones de las que los habitantes puedan tener necesidad en su vida cotidiana. En primer lugar, se intentará reagrupar los puestos de trabajo relativos a estas instalaciones satélites, las industrias de dimensiones pequeñas o medias reunidas en grandes complejos industriales, con objeto de alcanzar gradualmente las condiciones ideales, es decir, la del recorrido más breve posible entre la residencia y el trabajo, como sucede en las ciudades pequeñas. Allí donde existen ya complejos industriales de mayor entidad, por cuanto respecta a Francort, sobre todo en lo que afecta a las partes oriental y occidental de la ciudad a lo largo del Main, podemos construir estas ciudades satélites con exclusiva función residencial. Así puede obtenerse del modo más natural y económico un aligeramiento del tráfico en el centro urbano, que todavía hoy día está demasiado congestionado. Si desarrollamos, pues, enlaces oportunos con líneas de autobús, tranvía y ferrocarril entre estos centros satélites y el centro urbano, en caso de que se nos proponga crear infraestructuras primarias, como institutos superiores, la Universidad, los hospitales, los grandes almacenes, teatros, etc. Las áreas libres entre las diversas zonas de ampliación estarán destinadas a zonas de trabajo o para el tiempo libre... Una distribución unitaria y un sistema ordenado de verde conferirán a estas estructuras un carácter de orden, de fusión orgánica de la ciudad en su conjunto. Por lo demás las áreas verdes hospedarán campos de deporte y de juego, piscinas y zonas de reposo.
Desde hace algún tiempo hemos logrado liberar nuestras escuelas, situadas hasta ahora en calles con gran tráfico, en medio de la suciedad y el ruido de la vida de la ciudad, del sistema constructivo cerrado e insertarlas en los espacios verdes de la ciudad como escuelas dispuestas libremente sobre el terreno. En el aire puro y rodeados de un paisaje más bello se podrán crear así centros educativos ideales. Un resultado fundamental de la extensión en sentido horizontal de las metrópolis, tal como nosotros lo deseamos, es la posibilidad de crear barrios residenciales en condiciones higiénicas ideales, vinculadas directamente con los jardines y las áreas libres. En diversas partes de la ciudad han sido creadas Siedlungen (barrios residenciales) en posición salubre, conforme a este principio...
Política del suelo.—Premisa para la realización de una política urbanística llevada de un modo sistemático es una política racional del suelo. Los costes del terreno en Francfort son extraordinariamente altos y constituyen, pues, un obstáculo serio para la realización de una construcción residencial sana a bajo coste... Aun cuando la expropiación pueda representar siempre una intromisión en la propiedad libre, no hay, sin embargo, duda alguna de que una metrópoli moderna, que desee llevar a cabo una política urbanística sistemática, no podrá alcanzar nunca sus objetivos sin recurrir al derecho de expropiación; por lo demás, recurriendo a la expropiación, se han construido los ferrocarriles y otras instalaciones.
División del suelo.—En cualquier parte donde se edifique en nuevos terrenos, el desarrollo estará marcado por un progreso hacia el objetivo de garantizar a todos los locales de morada condiciones igualmente favorables respecto a la ventilación, iluminación, participación en las áreas libres y a la posición favorable en relación a la posibilidad de comunicación. Para alcanzar este objetivo se seguirán métodos de urbanización como el seguido en la realización del Siediung Riederwaid.
El estadio de desarrollo sucesivo presenta un sistema de casas en hilera dispuestas en doble fila; un trazado, por tanto, de calles que tiende a repartir el terreno edificable en manzanas de forma rectangular oblonga con orientación norte-sur o nordeste-suroeste, de tal manera que se construyan solamente los dos lados a lo largo de la manzana.
Sin duda, la construcción de casas en hilera de doble fila representa un progreso tal en confrontación con los métodos constructivos aplicados precedentemente para las manzanas, que este desarrollo equivale a una revolución verdadera y propia en la cuestión de la división del suelo urbano. Sin embargo, esto no puede representar un objetivo definido. El sistema de la construcción en hilera en doble fila obliga a una distribución diversa del alojamiento en dos hileras de edificios contrapuestas entre ellas. Si se decide enlazar directamente el local de estancia principal con el jardín, se sigue automáticamente que el local de estancia principal tendrá que estar orientado hacia el Este, y el de la otra vivienda hacia el Oeste. Otros ejemplos pueden demostrar que el tipo de vivienda es completamente diverso en las dos filas de casas. Una equivalencia absoluta puede conseguirse sólo si se adopta el sistema de construcción de una sola hilera de casas (sistema definido a menudo hasta ahora, y de un modo impropio, como "edificios en línea"), un método donde se prevé una sola fila de edificios dispuestos a lo largo de las calles del barrio...
¿Casas altas o bajas?—Independientemente de la cuestión, casas colectivas o casas individuales, es preciso definir el problema de la forma de las construcciones, es decir, decidir si las viviendas deben ordenarse horizontal o verticalmente. La disposición horizontal comporta la creación de casas en hilera unifamiliares; la vertical, la de edificios de más pisos. La forma residencial ideal, en cuanto es la más natural, es la casa baja unifamiliar. Esta garantiza a la familia la paz doméstica y una vida íntima, lo que en una época fuertemente colectivista tiene una importancia particular. Sólo este tipo de edificio permite enlazar directamente todas las habitaciones con e! jardín, aunque sea pequeño. Y esto significa que el espacio habitable de la casa viene ampliado y completado por el espacio habitable del jardín. La vivienda en la casa de pisos no podrá sustituir nunca para la familia y, sobre todo, para los niños, las condiciones sanas de vida ofrecidas por la casa unifamiliar. Por estas razones, la política constructiva de Francfort favorece conscientemente el sistema de las casas unifamiliares. Un desarrollo futuro de la urbanística, que no comporta solamente una descentralización de los sectores, conducirá a un desarrollo de esta forma residencial que hoy nos parece aún utópica. Actualmente, la situación, que como en otras grandes ciudades es tal que la construcción de casas unifamiliares resulta más costosa que la de las viviendas en casas plurifamiliares, y la falta de medios hace que sea promocionada la construcción de casas plurifamiliares, sobre todo cuando se trata de procurar alojamiento a los estratos menos favorecidos de la población. Afortunadamente, existen también formas intermedias que, aun manteniendo la construcción bajo la forma de casas para dos o cuatro familias, consienten la creación de viviendas económicas. Gran parte de la Siediung Westhausen se ha realizado en casas para dos familias.
También para la Siediung Goldstein, en conformidad al carácter de la ciudad jardín que posee, se ha preferido tomar en consideración las construcciones de casas bajas...
Tipos de Francfort.—No es posible satisfacer la necesidad de vivienda de las amplias masas de población con uno o dos tipos de edificios; hay que tener en cuenta la estratificación profesional, el número de los niños y otros elementos y crear, pues, una serie de tipos.
La serie de tipos que pueden adaptarse a Francfort está basada sobre los siguientes tipos similares:
1. La distribución de los locales es tal que los procesos relativos a la economía doméstica se desarrollan con el mínimo desgaste de fuerza, ya que se evitan todos los recorridos inútiles y las partes más importantes están entrelazadas de la manera más perfecta posible.
2. Desde el momento en que el hombre no es solamente una máquina que piensa, la vivienda debe estar dispuesta para que sea también confortable. Esto no dependerá tan sólo de la forma de los locales singulares y de su disposición respectiva, sino en gran parte de la penetración de la luz y del sol en la vivienda.
3. Las plantas de todas las casas plurifamiliares están orientadas de tal modo que posiblemente todos los dormitorios reciban el sol de la mañana y los cuartos de estar reciban el sol de la tarde.
4. Las dimensiones conferidas a los locales de la sala de estar principal de la familia subrayan la importancia respecto a otras habitaciones. Se excluye que a esta estancia de estar se le puedan atribuir también funciones relativas a la preparación de la comida, es decir, de la cocina. La preparación de la comida tiene lugar en una pequeña cocina separada, unida a la sala de estar de tal modo que permita el recorrido más breve de la cocina a la mesa de comer.
5. La misma cocina contiene instalaciones previstas en fase de construcción, que permiten el disfrute racional del espacio limitado puesto a disposición. La disposición de cada parte se realiza teniendo como base una racionalización del uso de la cocina. El proyecto ha sido realizado por un arquitecto que ha recurrido al consejo de algunas amas de casa.
6. Hay que evitar, mediante la creación de un número suficiente de habitaciones, que los padres tengan un mismo dormitorio con los hijos ya grandes. La división entre niños y niñas, incluso en los períodos de mayor crisis de vivienda, debe permanecer el principio más importante de una política residencial sana. Para las jóvenes parejas y para los ancianos, cuyos hijos han abandonado ya la casa familiar, son suficientes habitaciones compuestas de dos cuartos con cocina y servicio. Pueden preverse también viviendas de un solo local suficientemente espacioso.
7. La vivienda con tres cuartos es la vivienda media para la masa de los menos favorecidos. Pueden hacerse perfectamente en un espacio de 44 metros cuadrados (tipo Mesadolei B 5.44). Este tipo prevé habitaciones separadas para los padres y los hijos. Para las familias con más de dos hijos grandes de distinto sexo la estancia de estar ofrece la posibilidad de disponer de un sofá-cama. Aunque sea deseable, la vivienda de cuatro habitaciones, que aparte de la sala de estar comprende tres dormitorios para los padres y para los hijos de distinto sexo, seguirá siendo imposible todavía y por mucho tiempo de ser realizado en dondequiera por nosotros este programa ideal. Para familias con muchos hijos se deberán crear tipos de viviendas particulares, que prevén en un espacio limitado un número relativamente grande de dormitorios separados. En general, las familias con muchos niños deberían permanecer en la planta baja, ya que los jardines constituyen una ampliación de espacio de la sala de estar.
8. Ninguna vivienda debería estar desprovista del WC propio. Y debería existir en la vivienda más pequeña por lo menos una bañera y una ducha. El baño tendría que situarse entre los dormitorios y ser accesible desde éstos a través de desempeño
Standardización en Francfort.—El esfuerzo por alcanzar una producción de alto nivel desde el punto devista económico y cualitativo en las viviendas de Francfort ha hecho necesario en seguida un trabajo de normalización. Importantes elementos constructivos son elaborados cuidadosamente sobre la base de principios técnico-constructivos y económicos, para ser posteriormente traducidos y utilizados en masa...".
E. May: Cinco años de actividad constructiva de barrios en Francfort, Das Neue Frankfurt, núms. 2-3 (1930), reproducido en Controspazio, núms. 4-5 (1970), pp. 53-57.
Tomado de: LA ARQUITECTURA DEL SIGLO XX – Textos- Simón Marchan Fiz, Alberto Corazón editor, 1974
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